Estos baños públicos consistian en su entrada en unas barandillas de hierro forjado y un farol de diseño original.
Estaba situado junto a la verja (de obra reciente) que separaba la fuente de la Fama (obra de Pedro de Ribera) de la acera de la plaza de Tribunal.
La acera ya era lo sucientemente ancha como para facilitar el paso, e incluso ha servido como habitual punto de reunión.
Era un pequeño recuerdo de otro tiempos, en los que el diseño y la ejecución del mobiliario urbano eran cuidados con detalle.
Con este tipo de sucesos nos preguntamos por qué suceden. en lugar de este detalle de mobiliario urbano, ahora no hay nada, solo una tristes baldosas que apenas ganan espacio a la acera. Un ejemplo más de cómo una mal entendida funcionalidad y el desprecio por el pasado hacen que la ciudad poco a poco vaya emprociéndose y olvidándose de su historia y de los detalles que la sustentan..
Todavía quedan unos pocos de estos baños públicos, aunque no tan elaborados. En el Parque del Retiro aún pervive alguno (incluso en funcionamiento) y en la Plaza de la Cebada queda un recuerdo de otro de ellos (del que hablaremos en otra entrada)
En cuanto al de Tribunal, ya solo nos queda el recuerdo.
Una lástima, no sólo porque se pierde un elemento estético de gran valor, sino porque se pierde un servicio útil a la ciudadanía. ¿Por qué retiran los urinarios públicos? ¿Es que no se han dado cuenta de cómo estçan las calles del centro?
ResponderEliminarEs cierto. Las calles del centro están cada vez peor y parece que no se tiene intención de hacer nada para solucionarlo.
EliminarLos baños públicos son habituales en otras ciudades europeas (incluso en algunos casos gestionados y cuidados a nivel privado), pero en Madrid parece que nos olvidamos de su utilidad para mejorar la salubridad de las calles.